En un mercado cada vez más competitivo y globalizado, la carne congelada se ha consolidado como la solución preferida por mayoristas, distribuidores y clientes que buscan seguridad, calidad y eficiencia en sus operaciones. Gracias a los avances en procesos de conservación y logística, el congelado se ha convertido en un aliado indispensable para garantizar el abastecimiento estable y seguro de proteínas a nivel mundial.
Desde Frilesa & Lebrok queremos compartir las 10 principales ventajas que hacen del congelado una opción estratégica para el presente y el futuro del sector cárnico:
- Conservación de la calidad
El proceso de congelación mantiene intactas las propiedades organolépticas de la carne —sabor, textura, color y valor nutricional— asegurando que el producto llegue al consumidor final en condiciones óptimas. - Mayor vida útil
La congelación prolonga considerablemente el tiempo de almacenamiento y transporte, ofreciendo mayor flexibilidad a lo largo de toda la cadena de suministro sin comprometer la seguridad alimentaria. - Seguridad alimentaria
La congelación es un método reconocido internacionalmente para garantizar la inocuidad del producto, minimizando riesgos microbiológicos y protegiendo la salud del consumidor hasta el momento de su consumo. - Flexibilidad logística
Gracias al congelado es posible realizar envíos a largas distancias —tanto nacionales como internacionales— sin pérdida de calidad, facilitando la apertura a clientes y mercados más lejanos. - Reducción del desperdicio
Al poder conservar la carne durante más tiempo, se adapta mejor a la demanda real de los clientes y se reducen las mermas, contribuyendo a un consumo más eficiente y responsable. - Estabilidad en el suministro
Permite a los clientes planificar compras y stocks de manera más eficiente, garantizando continuidad en el abastecimiento incluso en periodos de alta demanda o disrupciones de mercado. - Variedad de cortes disponibles
La congelación hace posible ofrecer una amplia gama de cortes y presentaciones, adaptadas a las particularidades de cada cliente o región, sin las limitaciones logísticas del producto fresco. - Optimización de costes
Una mayor vida útil, combinada con la facilidad de almacenamiento y transporte, se traduce en ahorros significativos en toda la cadena de valor, desde la producción hasta la distribución. - Acceso a mercados más amplios
El congelado facilita la llegada a regiones donde la carne fresca es inviable por cuestiones logísticas o regulatorias, ampliando las oportunidades de negocio para toda la cadena. - Compromiso con la sostenibilidad
Al reducir mermas, mejorar la eficiencia logística y garantizar un mejor aprovechamiento del producto, la carne congelada contribuye directamente a un modelo de negocio más sostenible y responsable con el medio ambiente.
En Frilesa & Lebrok trabajamos día a día para que cada pieza de carne congelada —ya sea de vacuno, ovino o porcino— llegue a su destino con la máxima calidad, seguridad y trazabilidad garantizadas. Creemos firmemente que el congelado no solo es una opción práctica, sino también un pilar estratégico para asegurar el futuro del sector cárnico en un mercado global que exige eficiencia, responsabilidad y confianza.